Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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miércoles, 9 de abril de 2014

¿Tv pública autosostenible?


En el mundo audiovisual, salvo contadas excepciones, la calidad del producto es directamente proporcional a la inversión realizada en su producción; hacer televisión es un proceso complejo y sobre todo COSTOSO.

La televisión privada ha debido ingeniárselas para  sostener económicamente una estructura de producción, diseñada para satisfacer el gusto cada vez más exigente del grueso de televidentes; por ello, lo que nos ofrecen, se limita a contenidos, géneros y formatos, comercialmente más rentables; en cambio la televisión pública, debe, por esencia y normatividad regulada por la autoridad del ramo, suplir los vacíos de contenido que dejan los privados, en términos de descentralización,representación e identidad; como este tipo de contenidos no produce dinero, es responsabilidad del estado, destinar los recursos necesarios para producir programas que hagan visible lo que la televisión comercial, por cuestiones de mercado, se abstiene de hacer: eventos deportivos aficionados, manifestaciones culturales, expresiones artísticas locales, etc.

Colombia cuenta con un modelo de tv pública regional (8 canales) similar a la televisión pública autonómica española (13 canales); sin embargo, el presupuesto destinado por el estado en sendos países dista mucho el uno del otro; en España, la televisión regional recibió en 2012 más de 3.500 billones de pesos, mientras que en Colombia en 2013, se destinaron 48 mil millones; para referirnos a un caso puntual, la televisión canaria recibió transferencias por más de 85 mil millones de pesos, mientras que Telecafé percibió 6 mil millones por concepto de recursos ordinarios. En este contexto se debe valorar el debate que se ha abierto, a raíz de las declaraciones del Contralor de Bogotá, sobre los recursos que recibe Canal Capital por parte del Distrito y su imposibilidad de autosostenibilidad;  esta posición oficial, puede marcar una pauta que afecte a toda la televisión pública regional, incluido ahí nuestro Telecafé. No está bien que el ente de control desconozca que la utilidad de la televisión pública, básicamente, debe ser social y que, si bien los canales regionales son empresas industriales y comerciales del estado, los recursos que captan por concepto del ejercicio comercial son, apenas, un complemento a las transferencias nacionales o aportes gubernamentales locales o regionales, los mismos que se hacen fundamentales para  cubrir los altos costos de operación, incluso realizando producciones pequeñas.

Lo que si deben hacer los entes estatales es velar porque lo invertido en producción, se traduzca en un producto de calidad y que los contenidos sean coherentes con la filosofía de la televisión pública, amén de que no estén al servicio de uno o varios políticos de turno.

Hay que saber pues que, si se quiere tener televisión pública de calidad, hay que sumar recursos del Estado, del ejercicio comercial y de los socios; hace bien la administración del Distrito en apoyar la producción de Canal Capital; ese ejemplo lo deberían seguir los que reclaman participación gratuita en Telecafé.