A ciencia Cierta, ¿Que tanto, esta frase coloquial del mundo actual, podría haber perturbado
al filósofo austriaco Karl Popper?, considerando sus convicciones sobre la
incertidumbre del conocimiento humano, probablemente se hubiera sometido a ‘examen
crítico’ inmediato la afirmación a la que haría referencia, esto se desprende
de una entrevista realizada a Federico Fernández en la revista Cataléctica en
el año 2010 y describe la forma como Popper no cree en las explicaciones
últimas en la ciencia y da pie a la crítica realizada a las bases del
esencialismo y del instrumentalismo con la que estructura su propuesta de las Genuinas Conjeturas.
Pretender, desde el bagaje actual de
este autor, un análisis filosófico del libro de Popper resultaría, cuando
menos, irrespetuoso, de tal manera que se presentará a continuación una reseña descriptiva
que finalizará con una reflexión sobre lo propuesto por Popper y la historia de
la ciencia desde la filosofía.
En Tres Concepciones sobre el Conocimiento Humano, Popper (1972) presenta
su posición sobre la filosofía de la ciencia y plantea como ambas (filosofía y
ciencia) son, desde la perspectiva histórica, lo mismo, a pesar de que en la
discusión de la filosofía Instrumentalista
afirma que pocos físicos que la validan “tienen consciencia de que han aceptado
una teoría filosófica” que finalmente, según Popper es utilizada de manera Ad hoc para eludir contradicciones que
amenazan una teoría.
La primera concepción a la que se
refiere Karl Popper es la Explicación
Última por Esencias que a su vez es analizada desde tres doctrinas de las
cuales decide defender la primera, que plantea que la ciencia aspira a hallar
una teoría que sea también una explicación de los hechos observables, esto a la
luz de lo expuesto por Zanotti en clase magistral (2018) concuerda con la afirmación
de que “la ciencia es lo que se puede ver una vez tenemos una interface teórica,
es decir un acto de interpretación del mundo” lo que quiere decir que se
necesitan las teorías para enfrentarse a la observación y a la vez la
confrontación de las mismas con la realidad derivará en la ratificación de las
teorías o en nuevas versiones. Las otras dos doctrinas están, según Popper,
equivocadas y hacen referencia a que los científicos “pueden establecer la
verdad de sus teorías más allá de toda duda razonable” y que “las teorías
verdaderamente científicas describen las esencias de las cosas, esto es, “Las
realidades que están detrás de las apariencias” sin necesidad de ir más allá. Popper
las critica aduciendo que la segunda debe ser complementada poniendo a prueba las
teorías, sometiéndolas a los más duros test, lo que incluso no dejaría certeza
absoluta puesto que siempre estará la posibilidad de que surja una nueva teoría
que las refute; de ambas dice: están equivocadas.
El autor centra su disertación en
reconocer el valor de la ciencia, compartiendo la visión del esencialismo de
que hay mucho oculto que se pude descubrir, pero aclarando que no comparte que
la esencia sea la explicación última de las cosas, cerrando las posibilidades
de buscar más allá, según lo manifiesta Popper, el científico no debe
“presuponer su existencia” refiriéndose a la esencia, lo que permitiría deducir
que deberá, quien investiga, buscar sin detenerse sin dar por sentado en algún
momento que ha llegado al final de su trabajo por haber encontrado la esencia
del objeto de estudio.
La Segunda Concepción expuesta por
Popper en Conjeturas y Refutaciones la
denomina Las Teorías como Instrumentos. Allí presenta tres universos: realidad esencial, fenómenos observables y lenguaje
descriptivo o la representación simbólica. Mediante la combinación de los
universos el autor explica, desde el instrumentalismo,
las teorías como herramientas matemáticas que se valen de fórmulas, sobre esto
dice: “tenemos aquí una atrayente simplificación, una aplicación de la Navaja
de Occam”. En cuanto a la filosofía nominalista del lenguaje discute la manera
como el uso de este, quita sentido a las descripciones científicas que se
valgan de palabras disposicionales, es decir, según esta teoría, si lo que se
describe no se puede ver, sino, que supone una condición causable, desde la
perspectiva instrumentalista, su función no sería la de informar sino la de
hacer inferencias.
Popper se centra, en esta
concepción, en una crítica al instrumentalismo afirmando que, “hay profundas
diferencias entre las “teorías” puras y las reglas para el cálculo
tecnológicas; y que el instrumentalismo puede ofrecer una descripción perfecta de estas reglas, pero
es totalmente incapaz de explicar la diferencia entre ellas y las teorías” así,
pone en consideración la forma como teorías y reglas son aplicadas y testeadas y
la necesidad de que cada teoría debe ser considerada en diferentes casos, es
decir, que no es una sola, sino que se comporta diferente según las
circunstancias; mientras que las reglas no tendrían nada parecido a un test que
las pueda someter a examen. De esta forma se genera una diferenciación entre
instrumento y teoría que eleva la segunda al nivel que le corresponde en la
generación de conocimiento toda vez que las teorías pueden ser puestas a prueba
y “solo buscando refutaciones puede la ciencia aprender y avanzar. Solo examinando
cómo pasan los test sus diversas teorías puede distinguir entre teorías mejores
y peores, y hallar de este modo un criterio de progreso.” Afirma Popper.
La tercera y última concepción la
denomina Conjeturas, Verdad y Realidad. Aquí
Popper parte de afirmar que “la crítica y la discusión son absolutamente
necesarias para reformar cualquier teoría” y aclara que no hay que apegarse a
los modelos de pensamiento instrumental o esencialista porque existe una
alternativa que parte de la doctrina galileana de la ciencia, es decir, una
verdadera descripción del mundo y una explicación verdadera de los hechos
observables, esto complementado con la necesaria incertidumbre que debería
tener el científico de si los hallazgos son verdaderos, así que el proceso
investigativo estaría dado por lo que Popper denomina Genuinas Conjeturas, que corresponden a la recopilación de información
seria sobre el mundo, que no es posible demostrar como verdadera, pero que es susceptible de poner en examen
crítico.
Leer a Popper es necesario y relativamente
no tan complejo, considerando el nivel de profundidad de sus críticas y teorías.
Es un ejercicio esclarecedor que permite comprender como la filosofía guía el
pensamiento para no quedarse en lo evidente, un ejemplo de aplicación de sus
propios enunciados, haciendo crítica y contrastando. Es una interface que permite refutar el paradigma
que rige al lector y da herramientas para cambiar la lente, para ver de otro
modo, para hacerse otras preguntas, conforme afirma Zanotti (2018) “El conjunto de preguntas y respuestas es el que produce el resultado,
no un pensador” así que ahora mismo habría que plantearse: ¿Que pregunta me hago? ¿Cómo la respondo? y amparados en las teorías
de Koyré cuestionarse sobre cuál es la base del paradigma que da origen al
siguiente, como lo explica Zanotti la Potencia
Teorética que hace que no haya una teoría final sino un peldaño más en el
proceso de descubrimiento del mundo real.
Después de varias lecturas de Tres Concepciones sobre el Razonamiento Humano
y de textos complementarios además de hacer revisión de apuntes, quedan muchos
temas por ordenar pero una primera conclusión, este autor concuerda con Popper
en que no se debe limitar el papel de la ciencia a una tarea instrumental sino
que, como este lo plantea, de acuerdo con la concepción galileana de la ciencia, es una manera de describir el mundo físico
“ampliando inconmensurablemente en ámbito de lo conocido” mediante
descubrimientos evidentes “todas estas cosas están lejos de ser meros instrumentos:
son testimonio de la conquista intelectual del mundo por nuestras mentes” afirmaciones
de Popper que este autor comparte, complementadas con la teoría Tomista de las Causas Directas e Indirectas, donde según Santo Tomás conforme a lo
expuesto por Zanotti “la Naturaleza es causa segunda de
los efectos y Dios sería causa primera indirecta, lo que quiere decir que Dios
no actúa sino mediando el propio orden natural”. Orden natural que es
susceptible de ser pensado e investigado, sometido al examen de sus causas y
efectos a través de los más duros test, lo que referiría a Popper, desde la
perspectiva del examen de la naturaleza del mundo físico, pero que mantiene a
Dios como causa primera desde la perspectiva de Santo Tomás y por qué no, de
Kant, quien reconoce ciencia y fe aduciendo que las demostraciones de la metafísica
están mal hechas y afirmando que no se puede demostrar la existencia de Dios,
lo que se puede hacer es creer.
Referencias:
Catálica.(1,sep,2010).”INTRODUCIÉNDONOS EN EL PENSAMIENTO DE KARL POPPER: Entrevista a Federico Fernández”, Revista Catálica, Recuperado de http://www.catalactica.com.ar/?p=1196
Popper,K. (1991).Conjeturas y Refutaciones (3ª Reimpresión en español),Barcelona, España, Paidos
Zanotti,G. (Julio,agosto,2018)Apuntes de clase Bases Humanísticas del Saber Científico,Universidad Austral, Buenos Aires Argentina.
Zanotti,G. (mayo,2018) Fe Y Ciencia: No Hay Más Motivos Para El
Conflicto, Revista Fe y Libertad. Buenos Aires, Argentina.