Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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miércoles, 18 de junio de 2014

ALLANANDO TERRENO.


La implantación del sistema de televisión digital terrestre (TDT) en el mundo, ha significado un paso obligado que han debido dar los países, no solo para mejorar la calidad técnica de la televisión sino, mas bien , para optimizar el uso de un recurso limitado y preciado: el espectro radioeléctrico, que debe despejarse -configurando una suerte de rompecabezas de frecuencias- para nuevos requerimientos de movilidad, conectividad y desarrollo de las telecomunicaciones en todos los ámbitos pero, en particular, en el de la seguridad nacional. Lo anterior, para explicar la razón por la cual se convierten en una necesidad de estado la promoción y la rápida implantación de la TDT en Colombia, que jugará un múltiple papel: el de educar, entretener e informar y el de despejar                      -literalmente- el espacio para la implementación de sistemas como por ejemplo el 4G (internet inalámbrico),que contribuirá a la reducción de la brecha tecnológica, programa bandera del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

En nuestro país se adoptó el sistema de televisión europeo, denominado DVB T2; España fue el tercer territorio de la Comunidad Europea en implementarlo, iniciando en el año 2000 con un nivel muy bajo de apropiación; según la universidad de Málaga, “con la primera oleada, sólo un 4,9% de las casas españolas poseía un aparato TDT”, lo que cambió, 5 años más tarde, con un plan de expansión y una “ley de medidas urgentes para el impulso de la TDT”; espejo éste suficiente para que, los demás países en proceso de implementación, entiendan la importancia de tomar medidas inmediatas, con el fin de que la comunidad se adapte al nuevo sistema y se adquiera la tecnología necesaria.

En ese contexto, se puede encuadrar la disputa entre nuestros operadores de televisión cerrada y los canales privados; el afán de promocionar el uso de la TDT en Colombia, permite que se restrinja en la tv cerrada, la producción de los privados, buscándose que, desde la génesis del proceso, el usuario/televidente vaya modificando sus hábitos de consumo televisivo, un juego peligroso toda vez que, según los estudios de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) el nivel de penetración de la televisión cerrada en Colombia es superior al 80%, lo que implica que, si el ‘experimento’ no da resultados, los niveles de audiencia (rating) jugarán en contra del modelo de negocio de los privados, en términos de comercialización de pauta.

Termino dejando planteado un tema del que no se ha hablado mucho: la actual regulación de la TDT, que es ‘señal abierta radiodifundida’, permite cobrar por hasta un 50% de del multiplex, es decir, de un conjunto de alrededor de 4 canales disponibles por cada operador de televisión concesionado, lo que podría constituir una nueva forma de negocio; así las cosas, el terreno queda allanado.

Zapping: Un día como hoy, en 1954, se dio inicio a la magia de la tele en Colombia. ¡Feliz cumpleaños número 60!, ¡larga vida con buena imagen!, sea cual sea el soporte de recepción; ojalá, eso sí, con más alternativas para escoger.

lunes, 2 de junio de 2014

Simplemente - Maria Jose






Cámara: Nikon D300
Lente:    Nikkor 55 - 200
DF:        50mm
Exp:       1/60
f/            18
Iluminación set Monolight en sofbox y Beauty dish

¿PERIODISMO A LA MEDIDA?


El ejercicio del periodismo, como acción comunicativa, implica la relación entre individuos que, necesariamente, deben interactuar, bien sea bajo la mediación de interfaces: computador, teléfono, papel, etc, o personalmente; esa relación entre periodista y fuente, en términos ideales, debe darse sobre la base del respeto y, en algunas ocasiones, de la confianza, pero nunca, y esto es imperativo, nunca, sobre la base de la subordinación o la remuneración.

Horacio Verbitsky, periodista y escritor argentino, hizo célebre esta afirmación, que define perfectamente el deber ser del oficio: “Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa; el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar”; no es posible aplicar esta premisa cuando hay de por medio, entre periodista y fuente, intereses comerciales, laborales, económicos, emocionales, etc; no es posible  “servir a dos señores” audiencia y fuente, sin faltarle a alguno de los dos.

Resulta inquietante pensar que los responsables de los medios de comunicación, periodistas y quienes creen serlo, se puedan reunir por fuera de los escenarios naturales de la relación periodista-fuente; esto da espacio a la cavilación, deslegitima  la información y atenta contra la audiencia que confía en su reportero. ¿Cómo creer lo que publica alguien que ha recibido ‘favores’ de su fuente? Peor aún: ¿Qué tipo de funcionario es el que busca y necesita acallar -sea cual sea el método- a la prensa? a pesar de no ser lo debido, esto se ha convertido en lo común: en periodismo a la medida.

Por otro lado, pero en el mismo sentido, en estos días, en tuiter, se hacen célebres las rencillas entre reconocidos periodistas que defienden sus posiciones ideológicas y políticas –lo cual no está mal-; lo que no les queda bien, es usar los propios medios y las redes sociales, para enlodar –muchas veces sin justificación o verificación- a sus colegas; la calidad profesional se hace evidente en la medida en que se demuestra: entereza en lo publicado, verdad en lo enunciado y calidad humana en su comportamiento público; es tan trillada como necesaria y verdadera la frase de Kapuscinski “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”.