Carmesí es un libro ilustrado de Microcuentos, disponible bajo licencia Creative Commons 4.0 (CC,BY) escrito por Jorge Urrea. Siéntase libre de Descargarlo y compartirlo

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jueves, 9 de octubre de 2014

¡OPINAR ES UN DERECHO!



Desde este espacio, quiero manifestar mi solidaridad con Jorge Eliécer Orozco Dávila, periodista y líder de opinión, a quien, por cuenta de la denuncia instaurada por el ex congresista Óscar Gómez Agudelo, se le han imputado cargos por el delito de calumnia agravada; la supuesta calumnia consistió en expresar en su columna publicada en este medio, lo que todo el país sabe de los honorables congresistas: que tienen cuotas políticas en diferentes entidades estatales y que interfieren en las decisiones –de toda índole- de las mismas. Si este tipo de aseveraciones configurara realmente una falta o delito sancionable, Julio Sánchez, de W Radio, estaría condenado a cadena perpetua; solo por citar un ejemplo: en múltiples ocasiones, Sánchez ha manifestado en su espacio radial –incluso de frente al mismo senador- que Roy Barreras  controla la burocracia de la Superintendencia de Salud, le ha increpado a éste por ese tema y lo ha puesto contra la pared; que se conozca, no hay denuncia por ese hecho.

El deber del columnista es preguntarse y, en algunos casos, responderse -como lo hace Yamid Amat en sus entrevistas virtuales-; éste, (el columnista), tiene la licencia que le concede la potestad de escribir en un espacio de opinión. La investigadora académica Pastora Moreno afirma que “La columna es un ejemplo de lenguaje periodístico personal, un instrumento de comunicación que persigue la defensa de unas ideas, la creación de un estado de opinión y la adopción de una postura determinada respecto a un hecho actual y relevante. Es un comentario valorativo, analítico y razonador con una finalidad idéntica a la del editorial: crear opinión a partir de la propia.” Eso es justamente lo que se aprecia en el texto de Jorge Eliécer Orozco que, además, está amparado en la libertad de expresión definida en el artículo 20 de la Constitución Política de Colombia.

¡Opinar es un derecho, no un delito! Muchos irresponsables  –algunos escribidores rimbombantes y repetitivos- de los que redactan pasquines y los mandan por correo electrónico, difunden calumnias y amoldan verdades pretendiendo imponer su punto de vista, acomodado y vendido; incluso ellos tienen derecho a opinar; finalmente, el lector valora el contenido de lo que tiene frente a sus ojos, según su bagaje y la reputación de quien escribe.

Mal precedente fijan fiscal y juez del caso, en una afrenta contra la libertad de expresión, pues muchos de quienes escriben opinión se verán necesariamente amedrentados ante la posibilidad de ser demandados; se abre una ventana que podría dejar pasar los vientos de la impunidad por cuenta del temor.

Zapping: Las Fiestas Cuyabras son de Armenia; esperamos que no aparezcan ahora intrusos a generar discordias y a capitalizar políticamente las festividades; Corpocultura ha planeado una buena programación cultural y deportiva, que destaca nuestra identidad y talento.