Los
inicios de año son una variopinta montaña rusa de temas, por eso hoy haré de
este, un espacio ecléctico, donde pasaré de la tv al mercadeo político y de allí
a la fiesta brava.
Colombia
ha sido un país melodramático, en términos del género que se formatea como telenovela,
y en la exploración -exitosa por demás- se ha pasado del melodrama puro y duro
de: ‘Chica pobre se enamora de galán adinerado’ a exitosos formatos
costumbristas como “Café” o “Azúcar”, que exploraron la idiosincrasia nacional
y la pusieron en pantalla, se experimentó con la novela humorística, -en mi
criterio uno de los más acertados y enriquecedores ejercicios creativos- con
títulos como “Pecados Capitales” o “Pedro el Escamoso” y muy a pesar de los
nacionalistas, pero con prolija factura, se instauro la ‘Narco Novela’ de la cual hay
suficiente ilustración. La más reciente exploración de la novela para
televisión es la biográfica, como la denomina Dago García, ejemplos: (para ir a
los inicios) “Escalona” más reciente tenemos “Amor sincero” –la historia de
Marbelle- “El Joe” o “La Ronca de Oro” entre
otras, casi todas con buenos niveles de audiencia.
La
novela musical no es nueva pues vale recordar como pionera y revolucionaria a
“Pero Sigo Siendo el Rey” aunque una cosa es la novela atravesada por la música
y otra la biografía de un músico o grupo como eje argumental de la novela.
Todo
este repaso para llegar a “Diomedes, el Cacique de la Junta” una Bionovela que
-si se ciñe a la realidad del cantante que la inspiró- tiene los ingredientes
necesarios para construir un melodrama exitoso: –desde la perspectiva del
rating- música popular, malas costumbres, droga, sexo y violencia, todo en un
solo personaje. A pesar de que debería –por mi oficio- ¡Yo, no la veré! pues no
solo no me identifico en el vallenato, que desplazó a la bella cumbia o el
melodioso porro de ser el género nacional, sino que el personaje me produce
escozor.
Zapping
1: En la época navideña algunas campañas políticas trataron de mostrarse
cercanas al elector, mandaron tarjetas y saludos familiares en correos virales,
incluso a las toldas opositoras, hasta ahí todo bien; lo que no cuadra mucho,
es ver videos de los políticos con las manos en la masa, sea de galletas o de…
sabrá Dios que, -la comida no se toca con las manos sucias- así que no me
parece buena estrategia de mercadeo político verlos en la cocina.
Zapping
2: Hace varios años hablando con un dirigente de la fiesta brava en Manizales,
para coordinar la transmisión televisiva de una corrida de la Feria, me
respondió esto: “Es más fácil pagar los derechos de un concierto de Shakira,
que conseguir la autorización para transmitir la corrida” esa posición tan
atávica, como el mismo toreo, es la que ha hecho que los taurinos estén perdiendo
la batalla, sin medios no hay difusión y sin difusión la afición no crece. Son
los mismos dirigentes de la fiesta brava y los toreros con sus cuadrillas
quienes se han encargado de cerrar las puertas a los medios poniendo cortapisas;
quizá ya sea demasiado tarde para reaccionar, como dijo un buen amigo: Los
Toros terminaran siendo un evento privado y de pronto subrepticio.
Je
suis Charlie.
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