Un
gran letrero de “SE VENDE” pende al lado contrario -como equilibrando la
composición- del aviso que anuncia el ingreso al Museo Gráfico y Audiovisual
del Quindío, un espacio donde la memoria visual de esta región ha sido rescatada
–literalmente- de basureros, calles polvorientas y desentendidos ciudadanos que
no saben estos últimos -y no tienen porqué saberlo- lo que representa el
material visual: fotos,documentos,videos y celuloides, entre otros, que tienen
en sus manos, domicilios u oficinas. Cuenta Luis Fernando Londoño, su Director,
gestor, administrador y guía de recorrido que, por ejemplo, de debajo de un
lavamanos en una oficina, logró recuperar unas latas con valiosa historia
cinematográfica del cotidiano acontecer del Departamento, material que hoy está
digitalizado y catalogado como un valioso tesoro de la memoria cultural y
cívica de la región; lo mismo pasó cuando, de la calle, y a costa de tropiezos
con la burocracia, consiguió salvar de ser destruidas, más de veintidós mil cédulas
de calarqueños que hoy reposan en el Museo, dando testimonio de la historia y
habitantes de la ciudad.
El Museo
funciona hace 8 años en una casa colonial del centro de Calarcá, tomada en
arriendo, pero sus dueños –legítimamente-
han puesto el predio en venta, lo que pone en riesgo el resguardo pero, sobre
todo, el acceso por parte de los ciudadanos a las obras que allí reposan; lo
grave no es que quieran vender la casa (sede), sino que las autoridades del Departamento
y del Municipio no se den por enteradas: la cultura les resbala; es
desconcertante saber que, en los años que lleva funcionando el Museo, según
indica su Director, no se ha acercado a recorrerlo e identificar las piezas que
contiene, ninguno de los secretarios de cultura del Departamento; me pregunto:
¿cómo puede ser posible administrar la cultura de la región, si no se conoce el
mapa de la oferta del sector? son varios los frentes que deben cubrir los encargados
del ramo: las artes visuales, escénicas,literarias,musicales, etc; ninguna, más
importante que otra.Todas estas manifestaciones, debidamente constituidas y
organizadas, deberían ser beneficiarias de apoyos para su desarrollo; no se
trata del bien particular, sino del aporte que los gestores hacen a la grandeza
del espíritu de la comunidad.
El
Museo Gráfico y Audiovisual del Quindío es una iniciativa personal que está
convalidada, pues el Ministerio de Cultura reconoce los archivos personales
como parte del patrimonio histórico de la nación; estos deben ser preservados y
recibir apoyo por parte de las autoridades, para que esas piezas no se queden
en la contemplación de unos pocos, sino que estén disponibles al público.
A la
comunidad, un llamado para que visiten el Museo en Calarcá, conversen con Luis Fernando
y se dejen sorprender por sus historias y, sobre todo, por sus archivos; de
paso, si tienen algo de material visual de valor histórico guardado, que lo
donen; y a las autoridades departamentales y municipales: una alarma para que valoren
el aporte que hace el Museo,dispongan lo necesario para que no se quede sin un
espacio donde funcionar y cuente con recursos para mejorar las condiciones en
que hoy opera.
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