“Ahí
tienen su hijueputa casa pintada” dejaron escrito los inquilinos de la casa
Uribe sobre un dibujo de una casa hecho en la pared interior en los vestigios
de lo que fuera su hogar, todo esto en la película La Estrategia del Caracol. Pareciera
que ese, será el letrero que encontrará el Gobernador Padre. Carlos Eduardo
Osorio el 1 de enero de 2016 cuando ingrese al edificio de la gobernación del
Quindío. El argumento podría ser el mismo pero al revés -en términos de los
valores que representan los protagonistas-; en la película los habitantes de la
casa se la llevan a cuestas por pedazos, porque se enteran de la corrupción y
engaños del dueño del inmueble, y para evitar ser desalojados se valen de todo
tipo de argucias para, así, dilatar el proceso, La diferencia con el Quindío es
que aquí, los que llegan lo hacen con el respaldo de 126 mil personas y lo
único que reclaman es que les entreguen el departamento sin ataduras para
gobernar, tal como lo recibieron ellos en 2012.
Desde
el miércoles en la Asamblea departamental se ha evidenciado un procedimiento
que al decir de muchos conocedores políticos no tiene precedentes; la actual
administración, además de dilatar el proceso de empalme, quiere comprometer los
recursos del departamento y entregarlos a las alcaldías municipales para que
los ejecuten directamente; cuatro años después de haber sido elegidos, los
Firmes ‘entraron en conciencia’ de que debían descentralizar, que la
Gobernación no tiene territorio y que hay que distribuir los recursos
equitativamente; hasta la fecha todo estaba en las manos –cetralizadas- de la
gobernadora, pero hoy, secundados por la mayoría de la Duma presidida por
Néstor Jaime Cárdenas, han aprobado sin mayor discusión, excepto la Carlos
Gómez Chacón, María Mercedes Rojas y Luis Fernando Villada –Quienes votaron
negativo- los proyectos de ordenanza que pretenden dejar al gobernador electo
sin dinero para trabajar.
Por
ejemplo, el proyecto de ordenanza 018 -uno de los que está en trámite- pretende
crear el Programa de Concertación de Proyectos Artísticos y Culturales del
Quindío, una necesidad sentida del sector cultural; pero nuevamente es una
epifanía tardía de la actual administración departamental, toda vez que
tuvieron por lo menos 3 años para reglamentarlo y asignar los recursos de la
cultura equitativamente y ahora lo quieren hacer sin socialización con los
miembros del sector, dejando a los alcaldes como jueces y parte al ponerlos en
las mesas de concertación y permitirles la participación en los recursos
asignados y creando reglas y equipos evaluadores en los que no interviene el
secretario de cultura, en este proyecto de ordenanza el director de la cartera
cultural es una ‘estatua humana’ solo faltó que propusieran que fuera a
trabajar pintado de dorado o caracterizado de soldado de plomo.
El
plan se debe gestionar pero después de mesas de trabajo con el sector cultural,
donde cada uno de los interesados pueda exponer sus necesidades
Como
dice el Padre Carlos Eduardo, que raspen la olla pero que por lo menos… dejen
la olla.
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