Por: Jorge Eduardo Urrea G
La batalla para conseguir la aprobación de la televisión regional comenzó desde finales de los años setenta, cuando un grupo de voces reclamaba visibilidad de la región ante la displicente y centralizada televisión nacional, que sólo miraba a la provincia cuando había hechos catastróficos por reseñar; sin embargo, por un lado la presión de los políticos que temían que esto afectara el control del medio de comunicación y, por otro, el de la naciente industria que sufría por la posibilidad de tener que compartir la torta publicitaria, retrasaron hasta 1984 el nacimiento de los canales regionales, tal como lo reseña la experta en televisión Ana Patricia García en su articulo “Televisión en Colombia: Surgimiento de los Canales Regionales”; pero, a partir de ese momento, se comenzó a establecer un sistema de televisión que ha tenido hasta ahora un crecimiento significativo en términos de oferta de programación y de capacidad de producción, un sistema que ha sido poco valorado por los usuarios de las capitales y muy significativo para los televidentes de las zonas rurales.
La batalla para conseguir la aprobación de la televisión regional comenzó desde finales de los años setenta, cuando un grupo de voces reclamaba visibilidad de la región ante la displicente y centralizada televisión nacional, que sólo miraba a la provincia cuando había hechos catastróficos por reseñar; sin embargo, por un lado la presión de los políticos que temían que esto afectara el control del medio de comunicación y, por otro, el de la naciente industria que sufría por la posibilidad de tener que compartir la torta publicitaria, retrasaron hasta 1984 el nacimiento de los canales regionales, tal como lo reseña la experta en televisión Ana Patricia García en su articulo “Televisión en Colombia: Surgimiento de los Canales Regionales”; pero, a partir de ese momento, se comenzó a establecer un sistema de televisión que ha tenido hasta ahora un crecimiento significativo en términos de oferta de programación y de capacidad de producción, un sistema que ha sido poco valorado por los usuarios de las capitales y muy significativo para los televidentes de las zonas rurales.
Históricamente, el Estudio General de
Medios (EGM) ha demostrado que los
canales regionales son la tercera opción en
las preferencias televisivas de los Colombianos; esto se explica por ser
Colombia un país de regiones donde los ciudadanos buscan encontrarse en la
pantalla identificar su cultura, espacios, costumbres, celebraciones y personajes.. La televisión regional, tal y
como la proyectaban sus impulsores, debería ser la ventana para la actividad
cultural, el deporte y la identidad; sin embargo, no se ha podido librar de las mañas
politiqueras que mueven al país y así,
las plazas de los municipios se están cambiando por recintos de discusión de
concejos y asambleas, los personajes del pueblo, por alcaldes y gobernadores y
las transmisiones de eventos deportivos, por ceremonias de inauguración de
obras públicas; los intereses particulares de los gobernantes de turno, que a
su vez son los principales miembros de las juntas directivas, son los que se
imponen ante las decisiones técnicas que deberían primar en las propuestas de
programación que, hoy por hoy, habida
cuenta de la soberbia mezquina de los dirigentes políticos, presenta un
retroceso vergonzoso, incluso en los más importantes canales regionales que se
destacaron por mucho tiempo, por programar con criterios serios y de identidad
regional, pensando en el televidente y no en el dirigente.
La
Ley 1507 de 2011 eliminó la participación del ente regulador, Autoridad
Nacional de Televisión (ANTV), de las juntas directivas de los canales regionales;
de esta manera, sólo queda el Ministerio TIC para ponerle freno a los desmanes
que, por lo demás, no son discutidos en los espacios colegiados de los
regionales. Sólo cuando los representantes legales de los canales sean
elegidos con criterios técnicos y no
políticos, y en las juntas estén sentados profesionales de la imagen en
movimiento, sin intereses distintos a los de los ciudadanos-televidentes, se
podrá garantizar que la tele regional sea realmente lo que los impulsores de la
década de los setenta pretendían: un espacio para visibilizar la identidad
cultural de las regiones.
.... programas hechos para satisfacer egos políticos, sin criterio, sin contenidos...... descarada lamboneria, es de mal gusto bautizar las secciones de un magazine con nombre que recuerdan planes políticos de campaña..... acaso la televisión regional se creo para seguir en campaña. para seguir politiquiando?
ResponderEliminarActitud Bandera
Lo más pesado en los medios locales/regionales, es la evidente falta de libertad de prensa.
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