Se hacen conscientes, lúcidos, claros y agudos los clamores
de la mente recorriendo sus meandros y rompiendo en implosión a su paso con las
lánguidas promesas.
Ahí están… buscando espacio, reclamando, empujando para
finalmente tomar posesión.
Mientras tanto NADA… solamente llena Luz.
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