En
esta época en donde todo, en teoría, debería girar en torno a la familia, la
unión y la comunicación, esta última entendida como una puesta en común de ideas,
pensamientos, conceptos, emociones, etc, cualquier cosa, aparato tecnológico o
no, que se interponga entre los mencionados actores, debería estar prohibida,
cuando menos controlada, por supuesto no por la ley, sino por la misma
comunidad.
En
cualquiera de los modelos comunicativos -convencionales o los actuales
digitales- el proceso no es eficiente si interviene un distractor o lo que es
peor un distorsionador que modifique, interrumpa o elimine la puesta en común
del mensaje, y al hablar de puesta en común se debe dejar claro que implica una
relación directa, preferiblemente sincrónica y coherente sobre un tema en
particular; eso no es posible, solo por tomar un ejemplo -pero no es el único-
cuando los miembros de la comunidad centran su atención en dispositivos
móviles, excepto que todos estén conectados en lo mismo, lo que no tiene
sentido cuando hablamos de unidad en términos del plano real.
Soy
un Geek, es decir un apasionado por la tecnología, pero por estos días de
manera casi inconsciente, he ido dejando a un lado a los aparatos, para
compartir más con las personas del mundo físico, sin querer decir que haya
abandonado los del mundo virtual. Una sana consciencia de lo que se hace, de
con quién se está y de lo que se debe hacer y decir es suficiente para
encontrar el equilibrio y poder aprovechar la proximidad, permitiendo a los
sentidos -Sentir-, haciéndolo en el abrazo, el beso y la palabra con entonación
y suspiro.
Vale
la pena hacer una pausa en el vertiginoso mundo virtual y, por un par de días,
centrarse en lo análogo, dedicar tiempo, de calidad, a los seres queridos y
aprovechar que las condiciones están dadas para la armonía y la paz.
Con
la tranquilidad de la paz interior y familiar, será más fácil conseguir los
propósitos para el año que llega, aunque siempre es bueno tener presente que, planear
sin ejecutar y prometer sin cumplir, produce frustración y genera inconformidad;
a pesar de ser un lugar común, está claro que el éxito para el nuevo año
depende de cada uno y que la manera de conseguirlo es aplicando la máxima de
José Martí “Hacer es la mejor forma de decir”
Publicado originalmente en:
http://cronicadelquindio.com/noticia-noticia_opinion-seccion-opinion-titulo-cuando_los_sentidos_sienten-op-8930.htm
Publicado originalmente en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar su comentario.