Este,
que es el momento de los sesenta años de la televisión en nuestro país, es
propicio para destacar el valor de la memoria audiovisual, esa que muchos no
saben en que consiste y que otros pocos menosprecian por considerar que el
registro de imagen en movimiento: cinematográfica o de video, no es más que una
novedad de la ‘gomelería’ tecnológica del momento.
La
verdad es que, desde que se puede capturar imagen y dejarla plasmada en algún
soporte, inicialmente: químico, posteriormente magnético y actualmente estado sólido,
los acontecimientos se perpetúan, permitiendo refrescar la memoria a quienes
los vivieron e ilustrar a los que no lo hicieron, el valor de lo audiovisual
consiste en re-crear, en re-vivir lo que se está visualizando y esto como todas
las joyas o los mejores vinos, toma mayor valor con el transcurrir del tiempo,
la imagen en movimiento se aprecia más cuando nos permite conocer lo que pasó,
con detalles y matices, cuando se evidencia en la existencia humana el efecto
de los años, así: una caminata por la playa, la estación del tren o una salida
de la iglesia, sin importar la informalidad o espontaneidad del momento, nos
permite apreciar la estética de la época, el comportamiento de la gente o el
ritmo de la vida; pero de nada sirve esta opción maravillosa, si quienes
capturan pedazos de tiempo, mediante el artefacto tecnológico que tengan a su
alcance, no son conscientes de lo que hay en sus manos, de lo que significa
para sus sucesores y la manera como se debe preservar para su posterior
disfrute.
Hace
una semana en la Biblioteca Nacional de Bogotá, un lugar lleno de significado
para la televisión de este país, por ser epicentro de sus albores, se presentó
un proyecto que bien merece aplausos, se trata de Señal Memoria, un espacio en
la nube, es decir en internet, en el que se podrá acceder a más de 18 mil
archivos correspondientes a la historia de la radio y la televisión de este
país, Señal Colombia sistema de medios públicos, ha conseguido, con esta iniciativa,
comenzar a compartir y poner al alcance de la comunidad, la memoria sonora y audiovisual colombiana.
Bien
haríamos, quienes de alguna manera trabajamos con la imagen, en asumir mayor
consciencia de la importancia de lo que capturamos con nuestras cámaras y así
darle un adecuado manejo a lo que se convierte en memoria audiovisual, que como
los valores, comienza por casa.
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